Escribo para ustedes.
Escribo para que me lean, y me
experimenten. Para que puedan ver cómo les veo yo, cómo me paro frente al
mundo, cómo indago en mis miserias y alegrías. Intento, a veces con más éxito y
a veces con menos, hundir el tecladocuchillo en mi costado y que manenmanchen
las letras, organizándose como quieran o puedan. Salpicré digital de devenires.
Ya ni sé si es catarsis o ejercicio. Quizá
sean inconfundibles en el buen arte. O no. Ni arte ni parte. Quizá, las dos; aunque
de ningún modo pretenderé convencer a alguien de que estas palabras lo sean.
Creo que nadie escribe porque quiera. Lo
hacemos porque no queda otra; no hay opciones; no hay alternativas; si no, la cabeza
sangra o el corazón estalla. Podés escribir para comer, pero la dimensión
profunda de lo real aparece sólo cuando escribís para vivir. Y un día te das
cuenta que vivís escribiendo.
A veces yo, que me he pasado la
existencia queriendo ser lo que otros querían que fuera y envidiando a quienes
tenían lo que creía que yo merecía tener, siento que me acerco a alguna verdad
mientras tipeo. No con las palabras, si no con el acto. O, para ser preciso, la
razón del acto: escribo porque lo necesito.
Escribo porque las necesito. Escribo para
ustedes dos, porque las amo.
Me gusta el tijeradetrauma conciso y al pie. Hermoso, humano <3
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