miércoles, 24 de septiembre de 2014

Perdidumbre

Te perdí. ¿Cómo te encuentro? ¿Cómo nos encuentro?

No hablo de volver a ser. No. Esa quimera hace rato que no me seduce. Aprendí que el retorno es imposible. Lo único que hay es infinitos porvenires. A lo más que podemos aspirar es a que ese adelante que creemos de entre tantos nos reconforte como algún atrás supo hacerlo. Si tenemos suerte, y trabajamos mucho, quizá sea aún mejor que el pasado. Si no, el esfuerzo igual vale la pena.

Porque esa mierda de que todo lo que pasó fue mejor tampoco me la creo ya. Lo dejo para las novelas o los tangos. El mejor tiempo siempre es el presente, porque es el que podemos cambiar. Lo que no es factible de ser modificado es invariable, y sin dudas te hace perder algo: la libertad o la cabeza.

Te perdí. ¿Y si no te encuentro? ¿Y si no nos encontramos?

Quizá lo errado sea el concepto de “perder” a alguien. Para perderlo, antes tiene que ser tuyo. Y esa mentira imposible neurotizante que nos venden también me cansó, a fuerza de dolores y de chocar contra (mis) paredes una y otra vez.


Es difícil buscar con los ojos borrosos, pero más aún lo es hacerlo con el corazóncabeza cerrado. Si se trata de abrir puertas, no podemos clausurar caminos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario